Siempre es bienvenido un coqueteo. Dale, engánchate y proba. Hey pero pará, vos en que andas! No te hagas el tontito, no no. Ya no. Me fui, te fuiste, aparecí y apareciste. Sos el conejo en la galera y yo soy la comadreja en la cerca. Dale, péinate y lávate ese pelo que lo tenes sucio. Ponete el chupín azul old school, la remera de The Used y vení a casa y no te vayas más. Fumemos en oscuras, cantemos con guitarra y yo te hago las bases con el teclado. Te acordas cuando amábamos Pelase Don’t Let it Go? No no, mucho mejor, My Heroine, que linda canción. Y era más lindo aun cantárnosla mutuamente. Era sensacional saber que yo cantaba para vos y vos tocabas para mi. Ese es él más lindo recuerdo que me llevo de vos.

El que perdura, el que nunca jamás se a borrar. Porqué si, hace rato comprendí, que no sos para mí. Y que a vos te falta (mucho) y a mi ya no. Y me da pena, porque cuando te encontré ya no brillabas más, o tal vez, es que mi luz ahora opaca la tuya.